R: Hay muchos procesos diferentes para tratar e inocular el hierro fundido, procesos que normalmente se llevan a cabo en la cuchara. Los métodos típicos son la cubeta, el vertido y el sándwich. Entre los procesos más automatizados se encuentran los métodos de inmersión y de gacela (tapón poroso), mientras que para la inoculación el proceso en flujo se automatiza fácilmente y proporciona muchas ventajas.
Sin embargo, un enfoque puede aplicar tanto el tratamiento automatizado como la práctica de inoculación. La práctica del inoculante en hilo introduce un alambre hueco lleno de aleaciones en polvo en el metal fundido. Las aleaciones en el hilo pueden ser MgFeSi para el tratamiento de magnesio (para DI o CGI), y/o material de inoculación (para DI, GI o CGI).
El hilo se extrae de una bobina que se monta en la máquina y lo introduce en el metal fundido. Una vez configurada, la máquina dispone de una interfaz hombre-máquina (HMI) para instalar los valores necesarios de la masa fundida e introducir la automatización del proceso. Con estos valores de entrada, la máquina calculará la longitud de hilo necesaria para introducirla en el metal. Como este proceso está automatizado, aporta más precisión a la secuencia de adición de magnesio y materiales de inoculación.
Estos valores son necesarios para calcular la cantidad de hilo que se necesita en el metal fundido. La bobina normalmente informa de las aleaciones en gramos por metro de hilo, y la información requerida por el ordenador le permitirá calcular con precisión la longitud del hilo necesaria para añadir la cantidad correcta de aleación.
Los valores de entrada incluyen el contenido de azufre antes y después del tratamiento (para DI y CGI), el volumen de hierro, la temperatura de fusión y la velocidad de alimentación del hilo. Es posible que se necesiten algunos datos de entrada adicionales, pero esto variará en función de la práctica actual.
Normalmente, los niveles de recuperación del hilo tubular son comparables a los de otras prácticas, pero dependerán de una serie de factores: el contenido de azufre antes y después del tratamiento con magnesio, el porcentaje de contenido de magnesio en el hilo tratado, la cantidad de hierro, los metros de hilo alimentados y la cantidad de magnesio por metro de hilo. Con estos datos, se puede calcular un porcentaje preliminar de recuperación de magnesio.
La temperatura del metal y la geometría de la cuchara también afectan a la recuperación de magnesio, y los resultados dependerán de cada práctica individual.
Para la práctica del inoculante en hilo es preferible que la cuchara sea más alta que ancha. Por lo general, para la práctica del inoculante en hilo se recomienda una cuchara con una relación altura/diámetro de 2:1. Esto promoverá una columna de hierro alta, lo que significa que las burbujas de vapor de Mg tienen que recorrer una larga distancia a través del hierro y, por lo tanto, permanecer en gran medida dentro del hierro.
Sin embargo, es posible utilizar los cucharones actuales: El mecanismo de hilo cortado puede adaptarse a cualquier cazo, siempre que se tenga en cuenta al diseñar el equipo.
La práctica del hilo de base ofrece resultados reproducibles entre cucharas, hierro de alta calidad y una sencilla automatización del proceso. Además de estas ventajas, el tratamiento con hilos huecos también puede ser un proceso respetuoso con el medio ambiente. El mecanismo suele incluir una tapa con tubos huecos por los que se introduce el hilo: uno de estos tubos se utiliza para controlar y dirigir las emisiones del paso de tratamiento e inoculación hacia el ventilador. Con este sistema, es fácil controlar el efluente y evitar que el humo del tratamiento del magnesio perturbe otras actividades en la fundición.
Los productos típicos para el tratamiento y la inoculación de la fundición dúctil son MgFeSi y FeSi de grado de fundición. Sin embargo, también ofrecemos hilos de magnesio puro y otros productos de inoculación, como ferrosilicio con circonio, estroncio, aluminio, calcio, bismuto e incluso cerio. Su selección depende de lo que busque conseguir en su fundición.
También hay diferentes diámetros de hilo que pueden elegirse para la práctica del inoculante en hilo. Los diámetros estándar del hilo son 9 y 13 mm, disponibles para las diferentes bobinas de hilo tubular. En ocasiones especiales, se puede ofrecer un hilo de 16 mm de diámetro.
Los diferentes diámetros garantizan que se pueda insertar más material por metro de hilo. Los diámetros más grandes ofrecen la posibilidad de utilizar menos longitud de bobina, y también pueden reducir la velocidad de alimentación de hilo para el mecanismo.